Desde hace unos años a acá, hay una planta que se cría en estado salvaje y es considerada por la mayoría de las personas como una de las "malas hierbas" mas habituales que aparecen por nuestros huertos. A la cual, le he cogido bastante aprecio, hasta el punto de cuidarla en su desarrollo vegetativo como si se tratara de una hortaliza mas de las que cultivo.
Zona del huerto dedicada a las ortigas
Es la ortiga, nombre común de las plantas del género Urtica de la familia de las urticaceae, todas ellas caracterizadas por tener pelos que liberan una substancia ácida que produce inflamación en la piel, escozor y prurito. Este picor se debe a la acción del ácido fórmico, compuesto del que contiene una gran cantidad. También es conocida como "la hierba de los ciegos", pues hasta éstos la reconocen con solo rozarla.
Es una de las plantas que más aplicaciones medicinales posee, siendo utilizada como hierba medicinal con propiedades diuréticas-depurativas, antianémica, astringente, reconstituyente, contra el reúma, etc. pudiéndose incluso cocinar como una verdura mas e incluso hacerla en tortillas o sopas de verduras.
Pero la utilidad que yo quiero aquí exponer de esta planta, es de un preparado que se hace con ella de mucha utilidad y beneficios en nuestros huertos como fertilizantes e insecticidas.
Ortigas en estado óptimo para su recolección
Se trata del preparado llamado "purin de ortigas", siendo este unos de los compuestos que mas utilizo en mi huerto por ser totalmente ecológico.
Para empezar la ortiga es rica en minerales y microelementos tales como son especialmente de hierro, fósforo, magnesio, calcio y silicio que a menudo son escasos en nuestros huertos, además posee estimuladores del crecimiento, es por ello que cuando la hacemos purín ayuda al crecimiento de las plantas.
Además combate las enfermedades y repele a los insectos. Los pulgones odian el olor del purín. También le afecta al grillo cebollero, pudiendo verter el caldo en las galerías de este insecto.
Previene algunas enfermedades de las plantas, tales como el mildiu y el oídio.
También se usa como activador del compost. Si tenéis un compostador, este caldo actúa como acelerador en su descomposición.
Para la preparación del purín, se debe de recolectar la ortiga cuando haya desarrollado casi todo el mataje habitual de la planta, estando ya en floración, como se puede apreciar en la foto. La proporción habitual es de un kilo de ortiga fresca por cada 10 litros de agua, si puede se de lluvia, mejor.
Se deja en un cubo o bidón de plástico, con algún objeto de peso para queden sumergidas bajo el agua, removiéndose cada dos o tres días, así se dejara para que vaya fermentando, notandose un fuerte y desagradable olor característico, hasta que pase al menos unos 20 días. Podremos comprobar que está listo cuando ya no se produzcan burbujas y se halla formado una película por encima del agua.
Purín ya fermentado
A continuación se procederá al filtrado del liquido y al envase en garrafas, teniendo la precaución de utilizar guantes de látex para evitar que nuestras manos entre en contacto con el liquido y puedan quedar impregnada durante bastante tiempo de ese fuerte y pésimo olor característico de este preparado.
Dejando almacenadas las garrafas en una zona lo mas oscura y fresca posible hasta su utilización.
Purin ya preparado embasado
En cuanto a su aplicación, se puede utilizar como insecticida principalmente contra el pulgón, en un proporción de 1/10, osea una de purín, por nueve de agua.
Como fertilizante de hortalizas y arboles frutales , que a la vez aplicado en pulverización sobre las hojas es muy interesante para combatir enfermedades criptogámicas, tales como oídio, mildiu etc... y para las deficiencias correctoras de clorosis férricas.
En resumidas cuentas, es como al principio he titulado este comentario, el purín de ortigas es mi fiel aliado ecológico contra muchos de los problemas que se presenta en arboles frutales y hortalizas.
Un saludo. Antonio