Este año quiero hacerle un seguimiento
especial de la siembra en el huerto de los melones y sandías, con sendos
comentarios que llamaré MELONES 2016 y SANDIAS 2016. Todo ello porque
tengo plantados diferentes variedades de ambas plantas de la familia de
las cucurbitaceaes y quiero exponer como han sido los resultados
obtenidos. Algunas de ellas con bastante interés en conocer su desarrollo en mi
huerto por su excelente resultados en otros lares.
Son muchas las clases de melones que he plantado, entre las que se encuentran las variedades de piel de sapo, galía, amarillo, blanco de nules, tendral, azul, cocas y sobre todo, una variedad que me ha mandado un amigo de Salamanca, que desconozco el nombre de la clase de melón, pero por lo que me cuenta, son de un gran tamaño.
Las plantas están actualmente con un desarrollo lento, a la espera de que las temperaturas comiencen a subir de los 20-22 grados de máximas que estamos teniendo actualmente en estos días y con bastantes lluvias. Las plantas de melones necesitan temperaturas superiores a los 25 grados para que comiencen su desarrollo vegetativo pleno.
Hasta aquí, este primer comentario sobre la evolución de la plantación de melones en mi huerto en el 2016.
Un cordial saludo. Antonio
Para empezar, indicar
que desde que tengo el huerto, he estado sembrando ambas variedades con
diferentes resultados. El motivo es que son plantas propensas a adquirir
enfermedades que son difícilmente controlables desde principios
puramente ecológicos. Enfermedades como mildiu, oídio y sobre todo
el fusarium y el verticilium, que afecta a las raíces de las plantas, son causas que
originan grandes pérdidas en la cosecha cuando están en pleno desarrollo vegetativo y producción de frutos.
Por ello, he tratado
de buscar soluciones ecológicas para evitar estos daños, entre las
que he encontrado productos en el mercado ecológico como Trichoderma harzianum.
Es
un hongo usado como fungicida en aplicaciones de
suelo para el control biológico de diversas enfermedades producidas
por hongos como el fusarium. Es un producto que se encuentra en el mercado
con precios bastantes elevados, pero que he querido adquirir para conocer sus
resultados personalmente.
La siembra de los
melones en semilleros la realicé el 12 de febrero del presente año, su germinación fue
bastante buena y las tuve dentro del pequeño invernadero hasta mediados de
marzo.
Cuando ya la plantas estaba todas nacidas, las pasé al invernadero grande, el cual tiene una mejor ventilación.
En los primeros días de abril, cuando las plantas tenían un tamaño aceptable, con cuatro y cinco hojas desarrolladas, realicé el trasplante al lugar
definitivo de cultivo en mi huerto.Son muchas las clases de melones que he plantado, entre las que se encuentran las variedades de piel de sapo, galía, amarillo, blanco de nules, tendral, azul, cocas y sobre todo, una variedad que me ha mandado un amigo de Salamanca, que desconozco el nombre de la clase de melón, pero por lo que me cuenta, son de un gran tamaño.
Las plantas están actualmente con un desarrollo lento, a la espera de que las temperaturas comiencen a subir de los 20-22 grados de máximas que estamos teniendo actualmente en estos días y con bastantes lluvias. Las plantas de melones necesitan temperaturas superiores a los 25 grados para que comiencen su desarrollo vegetativo pleno.
Hasta aquí, este primer comentario sobre la evolución de la plantación de melones en mi huerto en el 2016.
Un cordial saludo. Antonio
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