Ante la inquietud que llevo desde hace un tiempo, de probar con la siembra o plantación de nuevas variedades de hortalizas y plantas en mi huerto, este otoño decidí ensayar con la siembra de una planta silvestre que se cría por mi comarca, es la Tagarninas, a la cual, se le considera una hortaliza silvestre y que yo la he adaptado a mi huerto.
Esta planta se piensa que comenzó a utilizarse en la cocina de muchos hogares, para paliar el hambre, cuando hombres y mujeres del campo no tenían otra cosa que comer.
Esta planta se piensa que comenzó a utilizarse en la cocina de muchos hogares, para paliar el hambre, cuando hombres y mujeres del campo no tenían otra cosa que comer.
La tagarninas son cardillos silvestres espinosos, cuyo nombre científico es Scolymus hispanicu, originaria de la región mediterránea. Es una planta herbácea de la familia de las asteraceas, hierba anual rastrera, con forma de roseta, cuya hojas son dentadas y muy espinosa. Es una planta que aguanta bien el frío y la sequía.
Para realizar esta nueva experiencia en mi huerto, a principio del verano pasado, salí al campo para recolectar sus semillas, obteniendo una buena cantidad. Comentar que en los intercambios de semillas que he realizado con otros aficionados al huerto, sin duda, ha sido la mas solicitada.
La siembra la realicé a primero de octubre, directamente al terreno, teniendo una muy buena nacencia y desarrollándose muy bien, ya que en eso días, las temperaturas fueron muy altas, por lo que tuve que darle varios riegos.
Ya cuando tiene un tamaño adecuado, que puede ser cuando sus pencas sobrepasan el palmo de longitud, se procede a su recolección. Para esta labor y posterior manipulación de esta planta, es recomendable hacerlo con guantes, ya que sus hojas esta llenas de espina.
Tras su recolección, se proceden a la primera fase de su preparación, que es el limpiado de sus hojas, quitando las hojas verdes y dejando las pencas peladas.
Para ello, cogen las pencas y se pelan con los dedos para quitarle esas hoja llenas de espinas, dejando las rosetas con todas las pecas peladas.
Una vez limpias, se procede al troceado de todas sus pencas, cortándolas sobre unos tres cm. de longitud, como si fueran espárragos y se lavan muy bien, para eliminar cualquier resto de tierra que pudiera llevar y ya están lista para cocinar.
Gastronómicamente, para su preparación en la cocina hay que cocerlas previamente, bien en agua o bien en aceite a fuego muy bajo, ya que es una planta bastante dura, de sabor y textura parecida a los a los espárragos, con cierto toque amargo.
Se pueden preparar de diferentes formas, como aliñadas en ensalada, revueltas con huevo, en tortilla, guisadas, etc. Mi plato favorito son las tagarninas esparragás, (majado con pan frito, ajo, vinagre, sal y pimentón), acompañadas de huevo y jamón.
Hasta aquí, este comentario sobre una planta silvestre que he cultivado en mi huerto, con un excelente resultado.
Un cordial saludo. Antonio
Para realizar esta nueva experiencia en mi huerto, a principio del verano pasado, salí al campo para recolectar sus semillas, obteniendo una buena cantidad. Comentar que en los intercambios de semillas que he realizado con otros aficionados al huerto, sin duda, ha sido la mas solicitada.
La siembra la realicé a primero de octubre, directamente al terreno, teniendo una muy buena nacencia y desarrollándose muy bien, ya que en eso días, las temperaturas fueron muy altas, por lo que tuve que darle varios riegos.
Ya cuando tiene un tamaño adecuado, que puede ser cuando sus pencas sobrepasan el palmo de longitud, se procede a su recolección. Para esta labor y posterior manipulación de esta planta, es recomendable hacerlo con guantes, ya que sus hojas esta llenas de espina.
Tras su recolección, se proceden a la primera fase de su preparación, que es el limpiado de sus hojas, quitando las hojas verdes y dejando las pencas peladas.
Para ello, cogen las pencas y se pelan con los dedos para quitarle esas hoja llenas de espinas, dejando las rosetas con todas las pecas peladas.
Una vez limpias, se procede al troceado de todas sus pencas, cortándolas sobre unos tres cm. de longitud, como si fueran espárragos y se lavan muy bien, para eliminar cualquier resto de tierra que pudiera llevar y ya están lista para cocinar.
Gastronómicamente, para su preparación en la cocina hay que cocerlas previamente, bien en agua o bien en aceite a fuego muy bajo, ya que es una planta bastante dura, de sabor y textura parecida a los a los espárragos, con cierto toque amargo.
Se pueden preparar de diferentes formas, como aliñadas en ensalada, revueltas con huevo, en tortilla, guisadas, etc. Mi plato favorito son las tagarninas esparragás, (majado con pan frito, ajo, vinagre, sal y pimentón), acompañadas de huevo y jamón.
Hasta aquí, este comentario sobre una planta silvestre que he cultivado en mi huerto, con un excelente resultado.
Un cordial saludo. Antonio